Encest

Hi all,
I'm a recent transplant to Boston and trying to plan a commute. Figuring of taking the Southwest corridor to where it ends in Back bay, but after that, what would be the best way of getting to Washington Essex Building? Thanks in advance.
Map for reference:
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Últimamente he indagado mucho por Internet y me suelo llevar la sorpresa de que cada que alguien consigue algún logro ya sea en, por ejemplo un videojuego, automáticamente todos comienzan a comentarle que es falso o que es imposible que haya podido lograr x hazaña. Suelo verlo mayormente en la comunidad gaming pero también me ha tocado verlo en cosas del día a día al punto en el que siento que ya alguien no puede ni decir algo como "Enceste un gol" sin que le digan que es mentira. Aunque la respuesta más corta es que quizás solo es envidia, me gustaría escuchar sus opiniones y de ser posible de la misma gente que tiene estas conductas.

Amarga Penitencia
Ha llegado el momento, mis huesos retumban al pique de los tambores y las pupilas se me dilatan con los clamores de las llamas a los costados. El cuerpo se tensa, pero no pone más resistencia pues más poderoso que él es la mente que ya ha sucumbido al macabro destino. De reojo miro a mi verdugo y con la cordura en el entrecejo lo bendigo, deseo profundamente que el hacha que sostiene con sus calludas manos enceste perfecta y así, con el beso de su frío acero concluya mi dolorosa penitencia.
El mira hacia mí, sus ojos negros vivaces delatan inclemencia pues antes que el mío muchos cuellos cedieron, uno más no marca la diferencia.
—¿Últimas palabras? —habla, pero su voz refulge como un bramido con los ecos del aljibe.
—Mi gran y estrujante culpa, acaba ahora con el más predestinado de los eventos. Date prisa, frío verdugo, que el miedo se apodera de mi piel y quiero irme con la serenidad que ahora en mi arrecia.
Así pues, se dispuso, aquella siniestra hacha de filos enrojecidos y mango corroído se alzó victoriosa una vez más destellando plateada. Los ojos inquietantes que marcaban el ultimo testimonio de mi destino cayeron con furia siguiendo el paso del acero; el viento aulló escapando de la furia, el beso y el tajo fueron innegables.
Con el sentido de la noción debilitado, conocí la desesperación de mi cuerpo desprendiéndose de mi céfalo. Mi consciencia tirada al ruedo fue detenida por la bota enmarañada del verdugo, que ausente de clemencia pateó mi desprendimiento al final de la fila.
Entonces los clamores de los tambores volvieron a ser vividos y las luces de las candelarias que iluminan estos infinitos pasillos reclamaron mis ojos; de nuevo los grilletes en mis manos y la cadena en el cuello siendo arreada por el verdugo dictando mi sentencia, en un ciclo sin fin, pues la muerte y resurrección es mi amarga penitencia.
Por: K. M. Bizarro,
Muchas gracias por leer. :D