Algo que no es realidad clama desde lo más profundo del escudo pétreo de Montevideo... al menos yo puedo sentirlo pero no oírlo ni verlo porque su demanda suena en mi mente como una voz extraña y lejana. Y me pregunto por qué? Quién o qué es lo que me dice sin palabras ni imágenes ni sonido, nada, "déjame Ser, Yo necesito nacer, debo salir a la luz del sol, de la realidad del mundo material, debo servir porque para eso fui creado, multitudes de gentes debo llevar a todo lo ancho y largo de la Ciudad!!" Dejadme salir de mi lugar de piedra dura mi madre la Tierra me concibió con la semilla del Pensamiento y del Deseo más fuerte que la piedra de la que estoy hecho y derecho y ya pronto para vivir junto con vosotros habitantes de Montevideo porque soy necesario en vuestros sueños así me habeis engendrado, ahora solo teneis que liberarme de mi prisión de piedra granítica, desbastarme a golpe de martillo y cincel, liberadme!! Yo tengo derecho como una persona a vivir y moverme a gran velocidad sobre la tierra o bajo ella o ambas cosas. Porque soy necesario casi imprescindible... Por favor tened Fe en vosotros mismos!!! Sino como podeis vivir sin Fe?? Acaso estás en un estado Zombie, cuerpo vivo pero sin alma. Es eso acaso? Fe en vuestra propia fuerza y esa fuerza no es física es espíritu!! Es energía pura como una Estrella, un punto de la Energía y la luz más potente del Universo. Ella, esa energía, ese Poder está en vosotros montevideanos aunque os cueste creerlo!! Nada es imposible, desterrad de vuestas mentes las malas palabras: Imposible y Nunca. No son verdad son una mentira para que sigan con sus tediosas rutinas mientras la vida se les escapa. Hay intereses creados para no salir de la falsa seguridad, intereses creados para que no os movais del lugar que supuestamente se os ha asignado. Teneis prohibido moveros con libertad, prohibido volar, prohibido soñar!!!!! Romped éstas cadenas primero!!!

Tengo 26 años y trabajo, a efectos fiscales no dependo de mis padres. Mi padre está jubilado y mi madre no trabaja. Todos vivimos en una casa de alquiler en Madrid. Envío y recibo mensualmente a/desde la cuenta de mi padre cantidades relacionadas con gastos familiares (electricidad, agua, restaurantes, teléfono, internet, etc.).
As quantias son alrededor de 900 euros al mes. Algunas transferencias son vía Bizum (ejemplo: 40 euros para pagar la mitad de la cuenta del restaurante) y otras vía transferencia bancaria (600 euros que envío para ayudar a pagar el alquiler).
Leí en algunos sitios web que: Las transferencias realizadas entre familiares, amigos o cualquier otra persona física no deben superar los 6.000 euros.
Entonces tengo entendido que no necesitamos declarar ni hacer nada especial, ¿correcto?
En Madrid hay "Bonificación del 99%" para donaciones entre familiares, pero eso me parece algo más serio, como donar una casa, un auto, etc. En mi caso me refiero a transferencias mensuales bajas para pagar restaurantes, luz, etc.
Además para aplicar el bono dice: "Para la aplicación de esta bonificación será necesario que la donación se documente en documento público." En otras palabras, ¿tendría que pagarle a un notario y crear un documento público para "donar" 600 euros al mes a mi padre para ayudar a pagar el alquiler de la casa en la que todos vivimos? Esto sería absurdo, ilógico y rozaría el fascismo fiscal.
Ya pago IRPF sobre mi sueldo, de donde salen los 900 euros. ¿¡Tengo que pagar otro impuesto más para usar mi bendito dinero!?

Mi nombre es Jhamyl y tengo 20 años, quiero publicar el peor caso que he tenido por culpa de un compañero que ocurrió ayer en viernes 31 de mayo de 2024.
En la universidad recientemente estoy en primer semestre en la carrera de ingeniería en sistemas, no se si me hice amigos ellos, más bien incluyeron al grupo poder ser 6 integrantes, estaba feliz de que me hayan incluido a un grupo de amigos, antes nunca tuve ese encaje de amigos.
No sabía en que tipos de personas iban a ser, eramos un grupo de 6 integrantes (incluyendo mi persona), siempre hablamos de cualquier como los temas de las clases y también hacíamos trabajo grupal en cada asignatura y eramos muy buenos participando y resolviendo los ejercicio, la verdad no he tenido problemas con los compañeros en los primeros meses pero quizás apenas les conocía y ellos igualmente hacía mi persona.
Para la asignatura de inglés hemos formado 5 integrantes incluyendo mi persona, lo malo de esto no se podía trabajar más de 5 integrantes, en el mes de marzo noté que uno de los integrantes trataba de excluirme (lo llamaremos "José"), Jose ya actuaba a lo loco pero no le di importancia, lo mismo que nada pensé que era su forma de actuar.
En el mes de abril esta vez ya demostraba que actuaba a lo loco y actuaba como si no me conociera, como si fuera un fantasma, por todo eso poco a poco ya desconfiaba de José ya que me excluía cada rato que nos reuníamos en grupal, era como si José chanteajeaba a los integrantes a que me ignoraran, pero yo no sabía de que estaban hablando. José ya actuaba diferente me ha demostrado que ya no encajaba en el grupo por ejemplo me dijo esas palabras que sí me ofende: "Jhamyl el miembro menos importante", los integrantes igualmente seguían el juego, me demostraban ya no encajaba en ese grupo de amigos, se aprovechaba de mí por ser un tipo tímido, callado, reservado, sumido, torpe socialmente, etc., me trababan como si fuera el raro o un perdedor que se quedaba parado solo, no tengo la iniciativa en comenzar una conversación, no tenía ninguna información de ellos pero sí estaba en el grupo de Whatsapp pero hablaban muchas tonterías que no me interesaba, poco a poco ya me consideraban como un raro, después ya desconfié de todos pero aún seguía en ese grupo.
Cuando llegó el viernes 31 de mayo, no tenía idea que algo malo iba suceder, me fui directamente a la universidad después un largo viaje, en mañana primera pasamos clases de algebra en ese momento no tenía idea, cuando ya era cambio de asignatura ahora nos tocaba inglés, yo me pregunté de ¿cómo ibamos a participar las conversaciones en inglés?, pensaba que iba a participar con ellos cuando descubro que ya se había formado 6 integrantes, en la hoja de que había conversaciones pero sin mi nombre ni los líneas que iba a conversar, después de fijarme de esa hoja que hizo un compañero, les pregunté a los 3 integrantes del grupo: "¿quién lo hizo este trabajo?, ¿Por qué no aparece mi parte?", me respondieron que no hicieron nadie igualmente se fijaron que no había mi nombre, solo faltaba 2 integrantes que no estaba presentes en ese momento, y me di cuenta que José lo hizo todo el trabajo de las conversaciones de Inglés, al darme cuenta de que José lo hizo tuve que ir a reclamar y le dije: "¿Por qué me excluiste del grupo?, ¿Por qué no me avisaste que ha ingresado el compañero?" él no me respondió, lo tomó como un chiste y actuó a lo loco diciendo: "¿Quien es Jhamyl?", al darme cuenta de que José me consideraba como un fantasma, la verdad me molesté mucho con José ya que me sentía traicionado, me apuñalaron la espalda silenciosamente por culpa de ese compañero, me hizo darme cuenta de que eran tan falsos y que no valían la pena ya que no se preocuparon, mientras cada grupo participaba, yo no tenía grupo con quién participar porque no se podía hacer grupo más de 5 integrantes, no se por qué me excluteron si he participado con ellos en los dos hitos anteriores, mientras estaba solo pensaba hacer un grupo con un compañero que no tenía grupo, así que hice con él, cuando ya nos tocaba yo y el compañero nos acercamos al frente para entregar el informe, pero en el informe sólo aparecía el nombre del compañero y a mi persona me suspendieron, solo el compañero participó, he tenido dos mala suerte al mismo tiempo a causa de que me hayan excluido a mi persona, traté de explicar todo a la licenciada de lo que ha ocurrido por falta de coordinación ya que los compañeros no me avisaron, cuando terminó las clases estaba triste y enojado, estaba totalmente decepcionado, me salí del grupo de whatsapp de ese grupo de traidores, estaba desesperado en volver a casa para poder desahogarme de lo que ha sucedido, pero tuve controlar mi íra, fue el peor momento que lo he vivido.
Me quede en la universidad hasta que esto haya pasado, un compañero que sí vale la pena me acompañó hasta tratar de calmar, después de tratar pedir que me diera una oportunidad, la licenciada me aceptó dar la evaluación procesual individualmente aunque aún estaba decepcionado, tras un largo estaba desesperado en llegar a casa ya que el viaje era muy largo, al llegar a casa estaba completamente enojado, rompí algunos objetos de valor por íra, pero me arrepiento de haberlas rompido, les expliqué a mis padres y a mi hermano de todo de lo que ocurrido en la universidad, después de contar todo a mi familia entré a una depresión profunda, no quería hablar con nadies, me aislé totalmente, desconecté todas mis redes sociales por el motivo que iban hablar de ese incidente que ocurrió en la universidad, así que no quería hablar con nadies.
Aprendí la lección de que no debo confiar en las personas que buscan aprovecharse, yo la verdad nunca sospechaba eso pero de un solo compañero poco a poco ya desconfiaba porque me daba señales de que ya no encajaba en ese grupo.
No me quedaré callado si algo tratan aprovecharse de mí o dañarme psicológicamente.
Espero que no haya sido demasiado aburrido, Gracias por leer.

Hola, quisiera saber algunos consejos para solucionar esto y si alguien sabe porque me siento de esta manera.
Tengo 18 años y desde hace algunos años no me siento real ni siquiera sé desde que edad pero tiene más o menos desde los 16, siento que las cosas que hice ayer pasaron hace días, cuando alguien me está hablando puedo como ignorar por completo lo que dice como si le pusiera en silencio aunque esté “prestando atención” me pierdo y no logro quedarme en la realidad por así decirlo, es como si estuviera todo el tiempo en otro lado, también las personas que son cercanas a mí como familiares y amigos, siento que son como desconocidos en ciertos momentos :(
También en fechas importantes como mi cumpleaños o mi graduación, no siento la emoción que sentía antes, no solo en fechas importantes también con alguna noticia que debería impactarme o emocionarme, siento que lo días pasan y no estoy viviéndolos.
A veces si me siento “normal” pero ya es más el tiempo donde no es así y ya me estoy preocupando, últimamente estoy actuando como si alguien más tomara las decisiones y solo estuviera viendo desde fuera y ni siquiera puedo explicarlo bien, me siento vacío, cuando tomo una decisión por ejemplo de quedar en un lugar como una cita importante o algo no le tomo la importancia que debería y de repente estoy ahí parado en el lugar donde debería estar, obviamente se como llegué pero siento que estoy en automático todo el tiempo y ya no quiero sentirme así.
He visto algunos videos en TikTok que se han hecho virales últimamente sobre esta situación con un texto que dice “a qué te refieres con que no te sientes real” y el video es como un “POV” donde está viendo lo que hace como en zoom 0.5. Realmente no he podido encontrar soluciones ni siquiera en los comentarios, lo único es que la palabra para esto es desrealización o algo así, muchos dicen que es por drogas, que si llegué a probar mari una vez pero fue después de empezar a sentirme así, otros que es por otros problemas que no me han pasado a mí, pero todos describen similar lo que siento.
Esto me está afectando demasiado en mi futuro y vida en general por algunas decisiones que ya tome sin pensar las consecuencias cómo se supone que lo debería de hacer, como si no tuvieran importancia nada que afecta a terceros solo a mi en cosas como la universidad, incluso uno de mis maestros lo noto y me dijo que si me siento bien, porque siempre me nota que estoy perdido, desde ahí hago más esfuerzo en intentar mantenerme atento o presente, fui incluso al psicólogo pero no funcionó solo me dijo que era ansiedad por la universidad pero esto tiene más tiempo que la universidad (si especifique que llevo más tiempo pero insistió con eso eso por alguna razón)
Quiero aclarar que en verdad necesito ayuda con esto y no es algo que quiero fingir porque lo vi en TikTok o alguna cosa así, en verdad quiero cambiar esto y créanme que tampoco es para llamar la atención espero puedan ayudarme.

Hola
Tengo 18 años y desde hace algunos años no me siento real ni siquiera sé desde que edad pero tiene más o menos desde los 16, siento que las cosas que hice ayer pasaron hace días, cuando alguien me está hablando puedo como ignorar por completo lo que dice como si le pusiera en silencio aunque esté “prestando atención” me pierdo y no logro quedarme en la realidad por así decirlo, es como si estuviera todo el tiempo en otro lado, también las personas que son cercanas a mí como familiares y amigos, siento que son como desconocidos en ciertos momentos :(
También en fechas importantes como mi cumpleaños o mi graduación, no siento la emoción que sentía antes, no solo en fechas importantes también con alguna noticia que debería impactarme o emocionarme, siento que lo días pasan y no estoy viviéndolos.
A veces si me siento “normal” pero ya es más el tiempo donde no es así y ya me estoy preocupando, últimamente estoy actuando como si alguien más tomara las decisiones y solo estuviera viendo desde fuera y ni siquiera puedo explicarlo bien, me siento vacío, cuando tomo una decisión por ejemplo de quedar en un lugar como una cita importante o algo no le tomo la importancia que debería y de repente estoy ahí parado en el lugar donde debería estar, obviamente se como llegué pero siento que estoy en automático todo el tiempo y ya no quiero sentirme así.
He visto algunos videos en TikTok que se han hecho virales últimamente sobre esta situación con un texto que dice “a qué te refieres con que no te sientes real” y el video es como un “POV” donde está viendo lo que hace como en zoom 0.5. Realmente no he podido encontrar soluciones ni siquiera en los comentarios, lo único es que la palabra para esto es desrealización o algo así, muchos dicen que es por drogas, que si llegué a probar mari una vez pero fue después de empezar a sentirme así, otros que es por otros problemas que no me han pasado a mí, pero todos describen similar lo que siento.
Esto me está afectando demasiado en mi futuro y vida en general por algunas decisiones que ya tome sin pensar las consecuencias cómo se supone que lo debería de hacer, como si no tuvieran importancia nada que afecta a terceros solo a mi en cosas como la universidad, incluso uno de mis maestros lo noto y me dijo que si me siento bien, porque siempre me nota que estoy perdido, desde ahí hago más esfuerzo en intentar mantenerme atento o presente, fui incluso al psicólogo pero no funcionó solo me dijo que era ansiedad por la universidad pero esto tiene más tiempo que la universidad (si especifique que llevo más tiempo pero insistió con eso eso por alguna razón) :(
Quiero aclarar que en verdad necesito ayuda con esto y no es algo que quiero fingir porque lo vi en TikTok o alguna cosa así, en verdad quiero cambiar esto y créanme que tampoco es para llamar la atención espero puedan ayudarme :((

Hola hice esta cuenta porque necesito preguntar sobre esto para saber si soy el único, saber si alguien sabe cómo ayudarme a salir de esto o si lo solucionaron, saber como lo hicieron.
Tengo 18 años y desde hace algunos años no me siento real ni siquiera sé desde que edad pero tiene más o menos desde los 16, siento que las cosas que hice ayer pasaron hace días, cuando alguien me está hablando puedo como ignorar por completo lo que dice como si le pusiera en silencio aunque esté “prestando atención” me pierdo y no logro quedarme en la realidad por así decirlo, es como si estuviera todo el tiempo en otro lado, también las personas que son cercanas a mí como familiares y amigos, siento que son como desconocidos en ciertos momentos :(
También en fechas importantes como mi cumpleaños o mi graduación, no siento la emoción que sentía antes, no solo en fechas importantes también con alguna noticia que debería impactarme o emocionarme, siento que lo días pasan y no estoy viviéndolos.
A veces si me siento “normal” pero ya es más el tiempo donde no es así y ya me estoy preocupando, últimamente estoy actuando como si alguien más tomara las decisiones y solo estuviera viendo desde fuera y ni siquiera puedo explicarlo bien, me siento vacío, cuando tomo una decisión por ejemplo de quedar en un lugar como una cita importante o algo no le tomo la importancia que debería y de repente estoy ahí parado en el lugar donde debería estar, obviamente se como llegué pero siento que estoy en automático todo el tiempo y ya no quiero sentirme así.
He visto algunos videos en TikTok que se han hecho virales últimamente sobre esta situación con un texto que dice “a qué te refieres con que no te sientes real” y el video es como un “POV” donde está viendo lo que hace como en zoom 0.5. Realmente no he podido encontrar soluciones ni siquiera en los comentarios, lo único es que la palabra para esto es desrealización o algo así, muchos dicen que es por drogas, que si llegué a probar mari una vez pero fue después de empezar a sentirme así, otros que es por otros problemas que no me han pasado a mí, pero todos describen similar lo que siento.
Esto me está afectando demasiado en mi futuro y vida en general por algunas decisiones que ya tome sin pensar las consecuencias cómo se supone que lo debería de hacer, como si no tuvieran importancia nada que afecta a terceros solo a mi en cosas como la universidad, incluso uno de mis maestros lo noto y me dijo que si me siento bien, porque siempre me nota que estoy perdido, desde ahí hago más esfuerzo en intentar mantenerme atento o presente, fui incluso al psicólogo pero no funcionó solo me dijo que era ansiedad por la universidad pero esto tiene más tiempo que la universidad (si especifique que llevo más tiempo pero insistió con eso eso por alguna razón) :(
Quiero aclarar que en verdad necesito ayuda con esto y no es algo que quiero fingir porque lo vi en TikTok o alguna cosa así, en verdad quiero cambiar esto y créanme que tampoco es para llamar la atención espero puedan ayudarme :((

Soñé que comía con Eddie hall y le servía refresco
Estaba en un restaurante, me había parado de la mesa no recuerdo el momento de pararme, según yo solo aparecí ahí y empecé a caminar hacia el cubículo donde estaba Eddie hall comiendo con su esposa, eran sillones rojos, todo el restaurante se veía oscuro y era de noche, por la ventana podía ver espacios de estacionamiento desocupados y podía ver una carretera algo concurrida, lo vi comiendo con su esposa y le empecé a llamar y él miró acia mi sonriendo, le hacía señas para que viniera a comer conmigo a mi mesa, mi mesa era una mesa normal blanca pero había una luz blanca que iluminaba toda la mesa y un poco alrededor, el se sienta y empieza a comer papas fritas de su canasta, eran las típicas canastitas como las del carls jr, y se las estaba comiendo y sonreía, después vino su esposa y se paró detrás del asiento frente a mi, parecía que movía algunas cosas de la mesa, entonces yo miré a Eddie hall y le hice señas para que me diera su vaso, también se lo pedía con palabras pero estaba hablando español y recordé que Eddie hall no habla español así que le empecé a hablar en inglés a él y a su esposa para que me pasaran su vaso, ella también sonreía mucho, eran sonrisas normales no macabras, cuando me pasan el vaso yo le empiezo a poner hielo de una cubetita en el centro de la mesa, le empece a poner el hielo con la mano y me di cuenta que eso era muy naco y los volteo a ver para ver si no les molestaba y ellos sonreían así que le puse un trozo de hielo grande, y vi que cabían mas así que le puse dos hielos chicos, después de eso le di el vaso a la esposa para que lo sostuviera mientras yo le servía Coca-Cola de una botella grande como las de 3 litros, en cuanto termino de servirle y bajo la botella para que ya no saque refresco voltee a ver a su esposa y ella sonreía después de eso desperté.

Siento que la falta de dinero ha sido de las peores cosas que me han pasado, hasta el punto de considerarlo una enfermedad. No viví en la miseria, pero durante muchos años en mi infancia era difícil tener 3 comidas al día, lo cual me marco de muchas formas a lo largo de mi vida.
Lo que les pido son consejos para poder mejorar mi calidad de vida, estudio en mi Universidad por la noche de 6pm a 10pm, una hora de camino a casa y hago tareas de 11 a 12 o 1am, para luego levantarme a las 6am y trabajar hasta las 5pm de lunes a viernes. Los sábados y domingos también estudio.
Como pueden ver, nunca tengo tiempo, apenas logro dormir 6 horas si tengo suerte, apenas tengo 24 años pero ya me están comenzando a doler las articulaciones de las manos, espalda y rodillas, no tengo vida social aparte de mi pareja, me miró al espejo y siento que el estrés me esta haciendo embejecer y tengo ojeras que nunca se han ido después de años, no soy un super modelo pero no quiero perder lo poco que tengo que era una cara bonita (promedio).
Necesito algún consejo o palabras de apoyo porque siento que estoy cayendo en una espiral depresiva. Si van a dar consejos háganlo de forma muy especifica no algo general como "hacer ejercicio" (qué ni tiempo tengo).

El 30 de mayo (2 días) termine con quien seria mi primera novia y yo su primer novio. Fue una relación adolescente, duramos 4 meses. Quizás ni les importe, ni mucho menos creo que vayan a encontrarle relevancia, pero les juro que esos 4 meses se sintieron como años juntos, por muchas experiencias, por muchos momentos compartidos, por la familia, por la intimidad, por el amor intenso que yo daba, por absolutamente TODO.
El motivo de la separación fue que, ella estaba transitando una etapa complicada de su vida, donde experimentaba cambios repentinos, y sentía que no daba lo que tenia que dar en la relación, y prefería pasar esta etapa sola antes que lastimarme y hacerme sentir mal, porque desde unas semanas que ambos sentíamos el aire tenso en la relación.
Realmente, considero que fue una decisión madura de su parte, priorizo nuestro bienestar individual antes que seguir lastimándonos (Porque de por si estábamos respondiéndonos cortante o no hablando mucho). También, me hubiera gustado que me lo haya dicho en persona, porque entiendo que quizás podía ser incomodo, PERO ES MAS REAL, yo quería que vos con tus palabras y con tu forma de ser me digas todo lo que sentías, todo lo que te pasaba, y si bien lo hiciste por chat, vos y yo sabemos que no es lo mismo.
Te ame con todo mi ser, te ame con toda la intensidad del mundo, me enamore no solo de vos, si no de tus virtudes, tus defectos, tu sonrisa, de tus ojos, de tu cara, de tus besos, de tus caderas, de todo, eras perfecta, aun con todas tus cosas malas, me tenías enamorado, y por todo lo que me dijiste, yo también te tenía enamorada. Ahora, no estamos juntos, y aunque hayamos terminando en buenos términos, estoy mal, y supongo que vos también estas igual, y ojala que hubieras estado lo suficientemente bien como para no llegar a este punto.
¿Sabes por qué me duele? No solo porque terminamos como tal, si no porque ya no esperare el finde para verte, ya no hablare con tu mamá y tu abuela que son 2 amores de personas, te cruzare por los pasillos de la escuela y tendremos que fingir que estamos bien cuando realmente no lo estamos porque por dentro nos estamos desmoronando porque sabemos que no nos tenemos para lo que necesitamos. Tampoco podre hablarte cuando me sienta mal, tampoco podre hablar de fútbol con tu papá cuando sabes que nos encantaba hacerlo, no saldremos de joda juntos como solíamos hacer, muchas cosas se terminaron.
Pero listo, se termino, y creo que fue lo mejor. Con el tiempo, nos superaremos, encontraremos a otras personas, personas que nos darán lo que nosotros no nos dimos, vos encontraras a alguien que sepa actuar de forma madura en distintas situaciones y sea mas libre, y yo encontrare alguien que no se guarde las cosas y que quiera solucionar las cosas cuando no están bien. Éramos mucho para nosotros mismos, y creo que el seguir estando juntos solos nos iba a matar de a poco.
Te amo, nada mas para decir, ojala en un futuro, nos volvamos a encontrar, volvamos a estar juntos y tengamos una hermosa familia como nos prometimos al uno al otro, aquella familia que nos prometimos donde tendríamos 3 hijos, una casa y una estabilidad económica/mental para poder mantenernos en conjunto.
Fuiste mi primer amor, y nadie te sacara ese puesto, de eso estoy seguro.

Espero que de tu boca nunca salga "Nunca me quisieron", por favor. Porque solo me faltaba Sacarme el corazón y dártelo.
Te di mis días y mis noches, Cada suspiro y cada sueño, Mis miedos más ocultos, Mis secretos, mis anhelos.
Si alguna vez dudaste, Mira dentro de tus recuerdos, Ahí encontrarás mi esencia, En cada abrazo, en cada beso.
Cada lágrima que derramé Por verte feliz, por verte sonreír, Cada promesa que hice, Cada estrella que pedí.
Mis manos, siempre extendidas, Para sostenerte en tus caídas, Mis palabras, siempre dispuestas, Para calmar tus heridas.
Que nunca digas "nunca me quisieron", Porque te di todo mi amor, Y aunque no lo veas siempre, Late por ti mi corazón.
Recuerda las noches de insomnio, Donde mis pensamientos te buscaban, Las veces que mi alma inquieta Por ti desesperada clamaba.
Te amé con la intensidad del fuego, Con la paciencia del río, Te amé más allá del tiempo, Más allá de lo que digo.
Y si alguna vez sientes soledad, Cierra los ojos y escucha, El latido de mi corazón Que por ti aún lucha.

Espero que de tu boca nunca salga "Nunca me quisieron", por favor. Porque solo me faltaba Sacarme el corazón y dártelo.
Te di mis días y mis noches, Cada suspiro y cada sueño, Mis miedos más ocultos, Mis secretos, mis anhelos.
Si alguna vez dudaste, Mira dentro de tus recuerdos, Ahí encontrarás mi esencia, En cada abrazo, en cada beso.
Cada lágrima que derramé Por verte feliz, por verte sonreír, Cada promesa que hice, Cada estrella que pedí.
Mis manos, siempre extendidas, Para sostenerte en tus caídas, Mis palabras, siempre dispuestas, Para calmar tus heridas.
Que nunca digas "nunca me quisieron", Porque te di todo mi amor, Y aunque no lo veas siempre, Late por ti mi corazón.
Recuerda las noches de insomnio, Donde mis pensamientos te buscaban, Las veces que mi alma inquieta Por ti desesperada clamaba.
Te amé con la intensidad del fuego, Con la paciencia del río, Te amé más allá del tiempo, Más allá de lo que digo.
Y si alguna vez sientes soledad, Cierra los ojos y escucha, El latido de mi corazón Que por ti aún lucha.

Espero que de tu boca nunca salga "Nunca me quisieron", por favor. Porque solo me faltaba Sacarme el corazón y dártelo.
Te di mis días y mis noches, Cada suspiro y cada sueño, Mis miedos más ocultos, Mis secretos, mis anhelos.
Si alguna vez dudaste, Mira dentro de tus recuerdos, Ahí encontrarás mi esencia, En cada abrazo, en cada beso.
Cada lágrima que derramé Por verte feliz, por verte sonreír, Cada promesa que hice, Cada estrella que pedí.
Mis manos, siempre extendidas, Para sostenerte en tus caídas, Mis palabras, siempre dispuestas, Para calmar tus heridas.
Que nunca digas "nunca me quisieron", Porque te di todo mi amor, Y aunque no lo veas siempre, Late por ti mi corazón.
Recuerda las noches de insomnio, Donde mis pensamientos te buscaban, Las veces que mi alma inquieta Por ti desesperada clamaba.
Te amé con la intensidad del fuego, Con la paciencia del río, Te amé más allá del tiempo, Más allá de lo que digo.
Y si alguna vez sientes soledad, Cierra los ojos y escucha, El latido de mi corazón Que por ti aún lucha.

Espero que de tu boca nunca salga "Nunca me quisieron", por favor. Porque solo me faltaba Sacarme el corazón y dártelo.
Te di mis días y mis noches, Cada suspiro y cada sueño, Mis miedos más ocultos, Mis secretos, mis anhelos.
Si alguna vez dudaste, Mira dentro de tus recuerdos, Ahí encontrarás mi esencia, En cada abrazo, en cada beso.
Cada lágrima que derramé Por verte feliz, por verte sonreír, Cada promesa que hice, Cada estrella que pedí.
Mis manos, siempre extendidas, Para sostenerte en tus caídas, Mis palabras, siempre dispuestas, Para calmar tus heridas.
Que nunca digas "nunca me quisieron", Porque te di todo mi amor, Y aunque no lo veas siempre, Late por ti mi corazón.
Recuerda las noches de insomnio, Donde mis pensamientos te buscaban, Las veces que mi alma inquieta Por ti desesperada clamaba.
Te amé con la intensidad del fuego, Con la paciencia del río, Te amé más allá del tiempo, Más allá de lo que digo.
Y si alguna vez sientes soledad, Cierra los ojos y escucha, El latido de mi corazón Que por ti aún lucha.

Escritores Uruguayos

En el barrio solo había dos niños: Tairon y Tobias. Podíase verlos jugar juntos en todo momento, ya fuese en la escuela, junto al río, recorriendo los interminables callejones del barrio o, muy de vez en cuando, en la casa de Tobias. No compartían sangre ni siquiera se parecían el uno al otro, mas eran hermanos. Fue por ello que Tairon pudo hacerse un lugar en la familia de Tobias. Tairon creció sin padres, y miraba con altanería a cualquier tipo de autoridad, salvo a Tiffany. Admiraba profundamente a esa mujer y a menudo soñaba que le adoptaba, permitiéndole al fin ser ese hermano que Tobias nunca tuvo. Muy temprano, cuando el sol apenas hacía intentos de salir, salieron a buscar leña, esperando sorprender a la familia de Tobias, el menor de los dos, dejando el fogón encendido a primera hora, pronto para calentar el famoso chocolate caliente de la señora Tiffany. Salieron en silencio, pues no podían decir a nadie o arruinarían la sorpresa, lo cual aterraba a Tobias, temeroso de ocultar cosas a su familia. Tairon no le dio importancia. En lo único que podía pensar era en ese preciado chocolate caliente, cuyo aroma aún se colaba en sus sueños, evocando el impecable y dulce sabor de inviernos pasados. Bajaron el empinado camino de piedra que cruzaba junto al enrejado patio del convento, desviándose por una arbolada que llevaba hasta la orilla del río. No hacía mucho, esta orilla había sido podada para que los caballos pudiesen beber, así que solo tenían que recolectar las ramas secas. Aun así, Tairon llevaba su facón bien ceñido a la cintura. Esto se debía a que Tairon, el mayor de los dos, había encontrado en la parte alta del cerro, cerca de la zona más alejada detrás del viejo recinto de mujeres, un árbol de coronilla. Llevaba meses guardando este secreto para un día frío como aquél y lo ocultó a Tobias por miedo a que robara su idea o divulgara la información. Alguien podría robarle su árbol, y no podía tomar ese riesgo, pensó. Aún estaba muy oscuro para ver bien el camino. Tairon tomó la mano de Tobias y lo guió como quien ayuda a un niño a cruzar la calle. Tobias no ofreció resistencia alguna, pues Tairon solía hacer cosas como esta todo el tiempo, y se dejó llevar casi por reflejo. Siguieron un viejo sendero entre árboles espinosos, hasta llegar al borde de la pendiente. Muy arriba, parcialmente cubierto por los árboles, se veía el campanario. Ambos subieron con dificultades, quebrando algunas ramas. La empinada superficie del cerro, a espaldas de la gran posada, estaba tan forrada y resbalosa que incluso estando descalzo resultaba difícil treparla. Para suerte de Tairon, él casi siempre andaba descalzo, a diferencia de Tobias, quien subía con dificultades. La vivienda ahora parecía ser mil veces más grande, y su inmensidad crecía con cada paso. Casi en la cima, era tan inclinado que debían agarrarse de las ramas para no caer de espaldas. Pasaron los minutos y al fin se toparon con un gran muro de piedra que parecía infranqueable sin importar en qué dirección se mirase. Más que un convento, parecía un fuerte colonial, lo cual no era desconcertante, ya que había sido construido durante una época de conflicto como la del lejano 1812. —Ya no quiero estar aquí —dijo Tobias, con la voz temblorosa, ya fuese por el frío o por el miedo a contradecir a Tairon. —Debe estar cerca, recuerdo perfectamente dónde lo vi —dijo Tairon con un tono nervioso e inseguro. Caminaban apoyados en el muro trasero del lugar, agarrándose de las pequeñas imperfecciones en las piedras que conformaban la estructura. Cualquier desliz o ruptura de la deteriorada piedra significaría una cruel caída hasta los pies del cerro. Ambos sabían que morirían antes de dejar de rodar, mas esto no asustaba a Tairon, quien veía cada vez más cerca su premio. Los pequeños brazos de Tobias ya estaban cansados. El sol empezaba a salir y poco a poco el plan comenzaba a tambalearse, al igual que sus cansadas piernas. —Ya es tarde. Mis padres ya deben haberse levantado y, aunque no lo hubieran hecho, seguramente lo harán en el tiempo que nos toma encontrar, cortar y llevar ese maldito árbol. ¡Bajemos a buscar algunas ramas! —dijo Tobias con un tono furioso y ya mucho menos titubeante. —¿Acaso no te das cuenta? Ahora, con la luz del sol, será mucho más fácil encontrarlo. Cuando lleguemos, nos darán una recompensa enorme. ¿Acaso no es ese el punto? ¿Por qué rendirse ahora y dejar que todo esto haya sido una pérdida de tiempo? Quizás hasta verían mi verdadero valor y me adoptarían, como siempre debió ser. ¿No te gustaría que fuésemos hermanos de verdad? —respondió Tairon con un tono calmado y taxativo. —No hace falta que esperemos, esto ya es una pérdida de tiempo. Si bajamos a recolectar las ramas, podríamos recuperar algo del tiempo perdido. Las vi cuando entramos aquí. ¿Acaso no te das cuenta de que la recompensa sería la misma? Somos solo niños. Nos recompensarían aunque fuésemos con las manos vacías. Además, mi intención es hacer feliz a mi familia. No me importa ningún premio. No lo entenderías. Nunca te han amado de verdad. Alguien que solo piensa en recompensas por sus acciones nunca sería adoptado por mi madre. Aun así, no podemos darnos el lujo de alimentar otra boca, estás soñando despierto. Los he escuchado hablar. Ni siquiera quieren que esté contigo. Siempre me dicen... —Tobias no dejaba de refunfuñar y parlotear cada vez más fuerte. Empezaba a confesar todo lo que hasta el momento había ocultado por miedo, ya que el nuevo e inminente terror a morir rodando era mucho mayor que el miedo hacia Tairon, permitiéndole expresar con total fluidez todos sus pensamientos. Su voz resonaba en los oídos de Tairon como un molesto zumbido. De inmediato pensó en empujarlo, tomarlo por las manos y lanzarlo al vacío como un costal de huesos. Sería muy sencillo para él realizarlo, simplemente debía decir que tropezó por sí mismo o, mejor aún, fingir que nunca lo vio. Nunca encontrarían el cuerpo y no habría forma de vincularlo al asesinato. Rodaría, quebrándose los brazos, clavándose las ramas y espinas en el cuerpo hasta romperse la columna y terminar moribundo en el suelo. Por supuesto, fingiría buscarlo en esa zona y diría que allí no estaba. Podría hasta llorar su pérdida. Al final, tomaría el lugar de Tobias. No sería una boca más que alimentar, solo sería un intercambio, una forma de consolar la terrible pérdida de la familia. El resultado más lógico para todos. Sí, la idea se hacía cada vez más real en su mente. Cada pequeño detalle se tallaba entre los rincones más nauseabundos de su conciencia. De inmediato pudo verlo con claridad frente a él. Al fin todo había terminado. Podían poner fin a esto. Tairon giró su cuerpo para estar frente a Tobias. Tenía los ojos abiertos como dos grandes platos y una sonrisa horripilante de oreja a oreja. Su moreno rostro lleno de cicatrices era suficiente para asustar a Tobias, mas esa aterradora sonrisa le dejaba la piel de gallina. —¡Te lo dije, Tobias! Te dije que lo encontraría. Eres muy impaciente. Siempre haces lo mismo. ¿Debes sentirte como un idiota, no? No entiendo por qué siempre te empeñas en contradecirme. Te lo dije, todo lo que hace falta es un poco de luz —Tairon estaba casi gritando, sin poder evitar hacer siniestras muecas con la boca. Por su cara corrían largas gotas de sudor y casi se podía escuchar cómo su acelerado corazón latía. El corazón de Tobias latía aún más rápido, hasta que pudo entenderlo; todo había terminado al fin. Sintió un ligero alivio y se arrepentía en su interior por todo lo que había dicho. Al fin pudo verlo. Frente a sus ojos estaba el dichoso lugar. En el muro había un inmenso agujero, seguramente destrozado por pesada artillería durante la guerra. Al entrar, ambos lo vieron. El inmenso árbol era apenas un poco más alto que los ya inalcanzables muros de piedra. Su robusto tronco era tan grande que fácilmente una familia podía vivir en él. Sus alargadas ramas se entrelazaban en el aire y llegaban hasta los claustros, donde se enrollaban produciendo una sombra perfecta en el gigantesco patio del recinto. Metido dentro del inmenso árbol crecía un enorme árbol de coronilla. Mucho más modesto, por supuesto, pero sus ramas eran lo suficientemente gruesas como para alimentar bien el fuego. —Estás loco, Tairon. Ese árbol está en el patio del convento. ¿Cómo piensas cortarlo sin ser escuchado por las monjas? Es más, ni siquiera deberíamos meternos en este lugar. Solo haces que me meta en problemas. Si nos preguntaran de dónde sacamos la leña, estaríamos muertos —dijo Tobias, vociferando gritos de furia nunca antes suscitados por él. —Cállate, harás que nos descubran —dijo Tairon apresurado. —¿Qué creen que están haciendo? Este no es lugar para niños, váyanse de aquí antes de que llame a sus padres. ¿Acaso eres tú, Tobias? —clamó una ronca y muy silenciosa voz desde los claustros superiores. Tairon apenas pudo escuchar bien las palabras. En cambio, Tobias ni siquiera lo pensó. Intentó escapar sin entender del todo desde dónde lo veían o qué habían dicho exactamente. Solo había distinguido su propio nombre. Al decirlo, fue como si la mujer hubiese activado una parte de su cerebro que siempre estaba apagada. Una indescriptible energía surgió en su cuerpo, y la adrenalina corrió por sus venas como si hubiera sido directamente inyectada en su corazón. Corrió a través del muro, y fue ahí cuando recordó la increíble altura en la que se encontraba. Cerró los ojos y extendió sus manos, sabiendo que ya no había nada que hacer. Su última vista fueron unas piedras en forma de pico y un frondoso árbol de espinas. Tairon no movió ni un músculo. Escuchó el desgarrador grito de Tobias. Mientras sus manos temblaban y su piel se erizaba, podía escuchar claramente cómo crujían los huesos de su amigo, cómo la piel se desgarraba, cómo las articulaciones se torcían en posiciones inhumanas, mientras sus músculos se estiraban hasta desgarrarse y producir largos gemidos por toda su piel. En el mejor de los casos, pensó Tairon, esos solo serían los sonidos de ramas quebrándose y atravesando la delgada piel de su amigo como si fuera desgastada tela. El alarido y el llanto se hacían cada vez más tenues hasta que no hubo más que silencio. Tairon se sintió, por un segundo, aliviado al ya no escuchar esos horribles gritos de ayuda. Un segundo pasó, tal vez dos, antes de que sus aturdidos tímpanos estallasen al escuchar un nuevo grito, más fuerte que los anteriores, más desgarrador y que, de alguna forma, erizaba aún más su piel hasta hacer que su boca evocará una muca, pero no era más que una máscara de profundo terror y desconcierto. —¡Tairon! ¿Cómo has podido? ¡Alguien que me ayude! Tairon acaba de lanzar a Tobias por el agujero. Lo he visto con mis propios ojos. ¡Ayuda, alguien que lo atrape! —la voz de la anciana ahora parecía fortificada. No podía permitir que la culparan por lo sucedido. Nadie cuestionaría su mentira. Seguía gritando y corriendo por los pasillos, mientras las pisadas de las monjas podían oírse cada vez más cerca. —¡Niño! ¿Qué has hecho? ¿Cómo has podido hacer algo así y aún estar sonriendo? Eres un demonio—dijo un fraile que rápidamente llegó al lugar. Tairon lloró por primera vez en su vida. Acababa de perderlo todo: a su amigo, su única familia, su recompensa que ya casi no le importaba, su frágil cordura y casi con seguridad también su libertad. 

Escritores Uruguayos

En el barrio solo había dos niños: Tairon y Tobias. Podíase verlos jugar juntos en todo momento, ya fuese en la escuela, junto al río, recorriendo los interminables callejones del barrio o, muy de vez en cuando, en la casa de Tobias. No compartían sangre ni siquiera se parecían el uno al otro, mas eran hermanos. Fue por ello que Tairon pudo hacerse un lugar en la familia de Tobias. Tairon creció sin padres, y miraba con altanería a cualquier tipo de autoridad, salvo a Tiffany. Admiraba profundamente a esa mujer y a menudo soñaba que le adoptaba, permitiéndole al fin ser ese hermano que Tobias nunca tuvo. Muy temprano, cuando el sol apenas hacía intentos de salir, salieron a buscar leña, esperando sorprender a la familia de Tobias, el menor de los dos, dejando el fogón encendido a primera hora, pronto para calentar el famoso chocolate caliente de la señora Tiffany. Salieron en silencio, pues no podían decir a nadie o arruinarían la sorpresa, lo cual aterraba a Tobias, temeroso de ocultar cosas a su familia. Tairon no le dio importancia. En lo único que podía pensar era en ese preciado chocolate caliente, cuyo aroma aún se colaba en sus sueños, evocando el impecable y dulce sabor de inviernos pasados. Bajaron el empinado camino de piedra que cruzaba junto al enrejado patio del convento, desviándose por una arbolada que llevaba hasta la orilla del río. No hacía mucho, esta orilla había sido podada para que los caballos pudiesen beber, así que solo tenían que recolectar las ramas secas. Aun así, Tairon llevaba su facón bien ceñido a la cintura. Esto se debía a que Tairon, el mayor de los dos, había encontrado en la parte alta del cerro, cerca de la zona más alejada detrás del viejo recinto de mujeres, un árbol de coronilla. Llevaba meses guardando este secreto para un día frío como aquél y lo ocultó a Tobias por miedo a que robara su idea o divulgara la información. Alguien podría robarle su árbol, y no podía tomar ese riesgo, pensó. Aún estaba muy oscuro para ver bien el camino. Tairon tomó la mano de Tobias y lo guió como quien ayuda a un niño a cruzar la calle. Tobias no ofreció resistencia alguna, pues Tairon solía hacer cosas como esta todo el tiempo, y se dejó llevar casi por reflejo. Siguieron un viejo sendero entre árboles espinosos, hasta llegar al borde de la pendiente. Muy arriba, parcialmente cubierto por los árboles, se veía el campanario. Ambos subieron con dificultades, quebrando algunas ramas. La empinada superficie del cerro, a espaldas de la gran posada, estaba tan forrada y resbalosa que incluso estando descalzo resultaba difícil treparla. Para suerte de Tairon, él casi siempre andaba descalzo, a diferencia de Tobias, quien subía con dificultades. La vivienda ahora parecía ser mil veces más grande, y su inmensidad crecía con cada paso. Casi en la cima, era tan inclinado que debían agarrarse de las ramas para no caer de espaldas. Pasaron los minutos y al fin se toparon con un gran muro de piedra que parecía infranqueable sin importar en qué dirección se mirase. Más que un convento, parecía un fuerte colonial, lo cual no era desconcertante, ya que había sido construido durante una época de conflicto como la del lejano 1812. —Ya no quiero estar aquí —dijo Tobias, con la voz temblorosa, ya fuese por el frío o por el miedo a contradecir a Tairon. —Debe estar cerca, recuerdo perfectamente dónde lo vi —dijo Tairon con un tono nervioso e inseguro. Caminaban apoyados en el muro trasero del lugar, agarrándose de las pequeñas imperfecciones en las piedras que conformaban la estructura. Cualquier desliz o ruptura de la deteriorada piedra significaría una cruel caída hasta los pies del cerro. Ambos sabían que morirían antes de dejar de rodar, mas esto no asustaba a Tairon, quien veía cada vez más cerca su premio. Los pequeños brazos de Tobias ya estaban cansados. El sol empezaba a salir y poco a poco el plan comenzaba a tambalearse, al igual que sus cansadas piernas. —Ya es tarde. Mis padres ya deben haberse levantado y, aunque no lo hubieran hecho, seguramente lo harán en el tiempo que nos toma encontrar, cortar y llevar ese maldito árbol. ¡Bajemos a buscar algunas ramas! —dijo Tobias con un tono furioso y ya mucho menos titubeante. —¿Acaso no te das cuenta? Ahora, con la luz del sol, será mucho más fácil encontrarlo. Cuando lleguemos, nos darán una recompensa enorme. ¿Acaso no es ese el punto? ¿Por qué rendirse ahora y dejar que todo esto haya sido una pérdida de tiempo? Quizás hasta verían mi verdadero valor y me adoptarían, como siempre debió ser. ¿No te gustaría que fuésemos hermanos de verdad? —respondió Tairon con un tono calmado y taxativo. —No hace falta que esperemos, esto ya es una pérdida de tiempo. Si bajamos a recolectar las ramas, podríamos recuperar algo del tiempo perdido. Las vi cuando entramos aquí. ¿Acaso no te das cuenta de que la recompensa sería la misma? Somos solo niños. Nos recompensarían aunque fuésemos con las manos vacías. Además, mi intención es hacer feliz a mi familia. No me importa ningún premio. No lo entenderías. Nunca te han amado de verdad. Alguien que solo piensa en recompensas por sus acciones nunca sería adoptado por mi madre. Aun así, no podemos darnos el lujo de alimentar otra boca, estás soñando despierto. Los he escuchado hablar. Ni siquiera quieren que esté contigo. Siempre me dicen... —Tobias no dejaba de refunfuñar y parlotear cada vez más fuerte. Empezaba a confesar todo lo que hasta el momento había ocultado por miedo, ya que el nuevo e inminente terror a morir rodando era mucho mayor que el miedo hacia Tairon, permitiéndole expresar con total fluidez todos sus pensamientos. Su voz resonaba en los oídos de Tairon como un molesto zumbido. De inmediato pensó en empujarlo, tomarlo por las manos y lanzarlo al vacío como un costal de huesos. Sería muy sencillo para él realizarlo, simplemente debía decir que tropezó por sí mismo o, mejor aún, fingir que nunca lo vio. Nunca encontrarían el cuerpo y no habría forma de vincularlo al asesinato. Rodaría, quebrándose los brazos, clavándose las ramas y espinas en el cuerpo hasta romperse la columna y terminar moribundo en el suelo. Por supuesto, fingiría buscarlo en esa zona y diría que allí no estaba. Podría hasta llorar su pérdida. Al final, tomaría el lugar de Tobias. No sería una boca más que alimentar, solo sería un intercambio, una forma de consolar la terrible pérdida de la familia. El resultado más lógico para todos. Sí, la idea se hacía cada vez más real en su mente. Cada pequeño detalle se tallaba entre los rincones más nauseabundos de su conciencia. De inmediato pudo verlo con claridad frente a él. Al fin todo había terminado. Podían poner fin a esto. Tairon giró su cuerpo para estar frente a Tobias. Tenía los ojos abiertos como dos grandes platos y una sonrisa horripilante de oreja a oreja. Su moreno rostro lleno de cicatrices era suficiente para asustar a Tobias, mas esa aterradora sonrisa le dejaba la piel de gallina. —¡Te lo dije, Tobias! Te dije que lo encontraría. Eres muy impaciente. Siempre haces lo mismo. ¿Debes sentirte como un idiota, no? No entiendo por qué siempre te empeñas en contradecirme. Te lo dije, todo lo que hace falta es un poco de luz —Tairon estaba casi gritando, sin poder evitar hacer siniestras muecas con la boca. Por su cara corrían largas gotas de sudor y casi se podía escuchar cómo su acelerado corazón latía. El corazón de Tobias latía aún más rápido, hasta que pudo entenderlo; todo había terminado al fin. Sintió un ligero alivio y se arrepentía en su interior por todo lo que había dicho. Al fin pudo verlo. Frente a sus ojos estaba el dichoso lugar. En el muro había un inmenso agujero, seguramente destrozado por pesada artillería durante la guerra. Al entrar, ambos lo vieron. El inmenso árbol era apenas un poco más alto que los ya inalcanzables muros de piedra. Su robusto tronco era tan grande que fácilmente una familia podía vivir en él. Sus alargadas ramas se entrelazaban en el aire y llegaban hasta los claustros, donde se enrollaban produciendo una sombra perfecta en el gigantesco patio del recinto. Metido dentro del inmenso árbol crecía un enorme árbol de coronilla. Mucho más modesto, por supuesto, pero sus ramas eran lo suficientemente gruesas como para alimentar bien el fuego. —Estás loco, Tairon. Ese árbol está en el patio del convento. ¿Cómo piensas cortarlo sin ser escuchado por las monjas? Es más, ni siquiera deberíamos meternos en este lugar. Solo haces que me meta en problemas. Si nos preguntaran de dónde sacamos la leña, estaríamos muertos —dijo Tobias, vociferando gritos de furia nunca antes suscitados por él. —Cállate, harás que nos descubran —dijo Tairon apresurado. —¿Qué creen que están haciendo? Este no es lugar para niños, váyanse de aquí antes de que llame a sus padres. ¿Acaso eres tú, Tobias? —clamó una ronca y muy silenciosa voz desde los claustros superiores. Tairon apenas pudo escuchar bien las palabras. En cambio, Tobias ni siquiera lo pensó. Intentó escapar sin entender del todo desde dónde lo veían o qué habían dicho exactamente. Solo había distinguido su propio nombre. Al decirlo, fue como si la mujer hubiese activado una parte de su cerebro que siempre estaba apagada. Una indescriptible energía surgió en su cuerpo, y la adrenalina corrió por sus venas como si hubiera sido directamente inyectada en su corazón. Corrió a través del muro, y fue ahí cuando recordó la increíble altura en la que se encontraba. Cerró los ojos y extendió sus manos, sabiendo que ya no había nada que hacer. Su última vista fueron unas piedras en forma de pico y un frondoso árbol de espinas. Tairon no movió ni un músculo. Escuchó el desgarrador grito de Tobias. Mientras sus manos temblaban y su piel se erizaba, podía escuchar claramente cómo crujían los huesos de su amigo, cómo la piel se desgarraba, cómo las articulaciones se torcían en posiciones inhumanas, mientras sus músculos se estiraban hasta desgarrarse y producir largos gemidos por toda su piel. En el mejor de los casos, pensó Tairon, esos solo serían los sonidos de ramas quebrándose y atravesando la delgada piel de su amigo como si fuera desgastada tela. El alarido y el llanto se hacían cada vez más tenues hasta que no hubo más que silencio. Tairon se sintió, por un segundo, aliviado al ya no escuchar esos horribles gritos de ayuda. Un segundo pasó, tal vez dos, antes de que sus aturdidos tímpanos estallasen al escuchar un nuevo grito, más fuerte que los anteriores, más desgarrador y que, de alguna forma, erizaba aún más su piel hasta hacer que su boca evocará una muca, pero no era más que una máscara de profundo terror y desconcierto. —¡Tairon! ¿Cómo has podido? ¡Alguien que me ayude! Tairon acaba de lanzar a Tobias por el agujero. Lo he visto con mis propios ojos. ¡Ayuda, alguien que lo atrape! —la voz de la anciana ahora parecía fortificada. No podía permitir que la culparan por lo sucedido. Nadie cuestionaría su mentira. Seguía gritando y corriendo por los pasillos, mientras las pisadas de las monjas podían oírse cada vez más cerca. —¡Niño! ¿Qué has hecho? ¿Cómo has podido hacer algo así y aún estar sonriendo? Eres un demonio—dijo un fraile que rápidamente llegó al lugar. Tairon lloró por primera vez en su vida. Acababa de perderlo todo: a su amigo, su única familia, su recompensa que ya casi no le importaba, su frágil cordura y casi con seguridad también su libertad. 

Realmente no sé por dónde empezar,tengo 20 años y tengo a mi "pareja",llevamos casi 4 años juntos,tenemos 1 hijo en común,al principio de nuestro noviazgo todo fue perfecto, él se llevaba con mi familia y yo con la suya,ahora con el tiempo ya no los quiere,habla muchas veces mal de mis padres y eso me hace sentir mal y triste,incluso a dicho cosas ofensivas y ah retado a mi padre a los golpes.
En pocas palabras conmigo es igual,no me levanta la mano,eso no,pero si lo hace de manera verbal,muchas veces me insulta o se enoja conmigo sin motivo alguno,hay veces que él se porta lindo y me trata bonito por nuestro hijo,pero muchas veces siento que es mejor dejarlo,pero no tengo el valor pues siempre regreso con él,mi madre me ah dicho que lo deje,que eso no es vida,pero me da miedo dejarlo,me siento mal después y me arrepiento de tal desición,no se que hacer,se suponía que estaba viviendo con él pero hoy estoy donde mi madre y se molestó,no quiso venir por mi y por su hijo su pretexto fue "estoy cansado del trabajo como para ir, tienes mamitis,me pudre una mujer como tú,dependiente de sus padres,te dije que te vinieras sola", acepto que tampoco eh sido santa con mi carácter.
Realmente me siento mal,muchas veces me siento culpable de haber traído a mi hijo al mundo con un padre así, él no era así en su momento,pero con el tiempo cambió.
Que debo hacer,tengo miedo de dejarlo,me da pánico pero siento que lo correcto es dejarlo,que puedo hacer?...

Ya para nadie es un secreto que este congreso se está levantando en peso al Perú, es indignante, pero, por más marchas que se convoquen, estos señores no saldrán ni cambiaran. Personalmente, no comulgo para nada con la izquierda, pero aquí nadie se salva, ni los que dicen ser de derecha. En cada congreso nuevo, al mediano plazo siempre terminamos diciendo que aquel congreso es el peor de la historia... en temporada de elecciones, no podemos identificar quien entra por intereses propios y quienes pretenden entrar por amor verdadero al país. Siempre ganan los más carismáticos, los que tienen facilidad de palabra en público. Si tienes buenas ideas 💡 para el país, considera entrar a la política. Si seguimos dejándolo a las mismas hienas, el Perú seguirá avanzando con los pasadores atados entre sí.

Al inicio tenía 2 amigas, una era creída, pero me quedaba porque no tenía con quien más quedarme, esa amiga, le llamaremos "yarela", yarela era alguien que aveces me caía bien y otras veces no, actitudes que no me agradaban pero no sabía como decirla ya que no se hablar con los demás sobre como me siento. Ella aveces hacía chiste feos, o cosas que a ella no le gustaban que le hicieran a ella pero ella lo hacía por gusto, como esconderse al irse a casa, no me gustaba eso pero ella era quien iniciaba eso de esconderse o correr de alguien, una vez corrieron y me dejaron sola, no quería andar como una arrastrada ahí corriendo así que espere un rato y luego me fui. También solía quedarse de medio mundo, de compañeros, amigas, profesores, lit todo, disque esta profe no me cae bien, y así, tmb solo pensaba en ella misma, no le importaban los demas, una vez nos junto al grupo para hablar de como ELLA se sentía y mi amiga quiso hablar de que ella tmb se sentía mal por algunas cosas pero ella la interrumpía a cada rato diciendo "si, eso también" o "también me hacían eso" o "yo también me sentía peor que tu" (nuestro grupo contaba con 5 personas) y simplemente nos disculpamos. Ella solía hablar de cómo se sentía pero minimizada los sentimientos de los demás, no solo lo decía yo sino que el grupo cuando estábamos a solas o por chat me decían que se sentían mal con las actitudes de yarela, que no le gustaban esas actitudes, que aveces puede ser creída, que solía caer mal, que era insoportable, etc. Yo decía lo que sentía porque estuve como 2 años aguantandome con decirle todo en la cara a ella, no lo hacía ya que sabía que le podría hacer mal, que ella se sentiría mal. Un día llego su hermanastra a nuestro colegio y grado, la yarela estaba insoportable ya que se podría decir que le tenía algo de envidia a ella, ya que por lo que me contó ella su abuela materna la comparaba con ella, disque ella es más delgada, disque ella es más linda, disque esto y esto otro. Antes de que su hermana llegara al colegio, yarela estaba hablando terriblemente mal de ella, "ella nos puede
robar las tareas", "ella es mala", "es creída",
"se puede aprovechar de nosotras con las tareas", etc... pues yo quería saber su era verdad y no solo por que me allan dicho que ella era así la juzgaria de inmediato, entonces empeze a hablar con ella, (a la hermanastra le pondremos "jam") al hablar con Jam empeze a darme cuenta que no era lo que decía yarela, ella era amable y nada creída, cada uno tiene distintas perspectivas y me empeze a alejar de yarela ya que estaba insoportable con el grupo, nos gritaba, nos miraba feo, nos ignoraba, se hacía la víctima por así decirlo. Jam me termino confesando que su abuela también la comparaba con yarela, por sus notas, por sus dientes, y por una deformación que tenía de nacimiento, y que ella, Jam, se sentía re mal con que yarela le este ignorando, ya que Jam intentaba acercarse más a yarela y esta la rebajaba, "Jam, como eres tan lesa, pregúntale al profesor" o "presta atención Jam, avispate" y ella un día llego a mi puesto Ilorando porque otra vez yarela le estaba ignorando, en este punto yo ya estaba sola. Jam se preocupaba por mi, sabía que cada que iba al baño era para llorar de la frustración que sentía o impotencia de no poder contar nada de como me sentía. En clases le escribía que intentará ignorar las actitudes de yarela y que también me estaba hartando, le conté que ella hablaba terriblemente mal de ella con el grupo pero aun así Jam estaba ahí para ella, Jam era super carismática y preocupada por los demás, ella vio como a mi me ignoraban en el grupo, solía alejarme ya que pensaba que era un estorbo en el grupo y me daba pena interrumpir una conversación solo para incluirme yo, entonces desde 2 años las estuve siguiendo, Jam se dio cuenta de esto y me acompaño cuando me dejaban sola almorzando, yo me sentí conectada con ella, sentíamos lo mismo, ambas nos sentíamos excluidas y solas, le conté que aveces la sofia me hacía sentir re mal a tal punto de Ilorar en el baño sin que se den cuenta para no molestarlas a ellas (el grupo), me excluian y/o excluian a la más chistosa, yo sabía que la chistosa se sentía mal cuando no hacía grupo con nosotras, me contó y yo había escuchado en el grupo que hablaban mal de la chistosa, porque es muy energética y se ríe mucho, decían que era molestos y su mejor amiga decía "me tiene harta la chistosa" y viceversa, la chistosa decía que le hartaba su mejor amiga, pues yo siempre las escuchaba y defendía desde mi punto de vista, opinaba y daba consejos, antes, solía tipo pasar a pegar como demostrar mi cariño, pero ella se reían y nunca me dijeron que eso les molestaba, lo deje de hacer hace mucho, pero yarela seguía sacando ese tema una y otra vez. Finalmente yarela me dijo que encontro un mensaje en donde yo decía" me tiene harta la yarela" y "no me gusta su comportamiento", me empezó a reclamar, admitir aver mandado ese mensaje y todos los demás del grupo estaban en mi contra, cuando hablaban mal de la yarela conmigo les salió más conveniente decir que nunca hablaron mal de ella y nadie lo admitió, obvio ella le creyó a ellos, le dije que los demás tmb habían hablado mal pero ella juraba que no lo habían hecho ya que les pregunto y dijeron que no y me echaron la culpa, quede como la mala, no tenía pruebas ya que borraba los chats para más privacidad. Me quedé sola, una amiga cercana que tenía, la cual tmb había dicho algo malo de yarela, le dijo a yarela que yo hablaba mal hace 2 años y no admitió nada, y también decía que no le gustaba que la asustara yo y que fuera muy molestos por así decirlo, SI NO SABIA YO, COMO RAYOS SE COMO SE SENTIA ELLA?! Pero les convenía hecharme la culpa, Yo le molestaba cuando la chistosa la insulta de broma, le muerde, y sr pelea de broma con ella, yo no hacia tales cosas pero por algún motivo le molestaba yo, Yo confíe en ella, le conté como me sentía, lo sola q me sentía, lo mal que me sentía por motivos personales y ella le contó a yarela y lo usaron en mi contra, me dolió tanto eso, no sabia que le molestaba tanto, que yo molestaba tanto. Me quedé sola ahora, antes me sentía sola aún estando con ellas, ahora me siento sola y estoy sola, se fueron con ella, incluso Jam a quien apoye desde el primer momento que llego al grado, muy pero muy pocas veces se juntaba conmigo y en mi mente solo existía la palabra " no te acostumbres a la compañía para que te vuelvan a dejar" me dolía, al almorzar mi mirada buscaba una cara conocida, esperando que se sentarán conmigo pero simplemente me ignoraban como si fuera un maldito fantasma, me dije a mi misma que no volvería a confiar en nadie más, pero me siento tan mal últimamente, ya pasan más de 2 o 4 meses desde que me aleje, suelo esconderme en el baño para no estar entre tanta gente que ríe junto a sus amigos y que me vean sola, prefería estar en el baño encerrada hasta que termine el
recreo quw estar sola, otra vez, ayer sola, hoy sola, y mañana sola. Mi mamá siempre me dijo "tu naciste sola y estarás sola" hasta ahora me doy cuenta q esa es mi maldición, todas mis amigas/os se alejan de mi y cada vez confío menos en los demás, no soy de socializar, por eso me quedaba con ese
grupo, estaba sola, eramos el grupo que acogía a quienes fueron rechazados de otros grupos pero, ¿quien me acoje a mi? Estoy sola, literalmente, no tengo ni el apoyo de mi madre ya que ni me escucha, mi padre está muy ocupado. Se que yo no tuve la mejor actitud pero ella si me termino hartando, todas/os decían lo mismo pero nadie lo admitió, se pusieron en mi contra y quedé sola.
Es muy larga mi historia pero me quería desahogar un poco, en verdad esto me esta consumiendo lentamente y cada día pierdo fuerzas para ir al colegio, simplemente a estar sola, otra vez. Personita que esta leyendo esto, desde tu punto de vista, soy la mala?

La historia se llama "El último atraco". Es sobre Arthur Morgan y su banda, que planean robar un tren lleno de oro y joyas, pero se encuentran con una sorpresa inesperada. Esta es la historia:
Arthur Morgan se ajustó el sombrero y miró a su alrededor. Estaba en lo alto de una colina, junto a sus compañeros de la banda de Van der Linde: Dutch, Hosea, Micah, Lenny, Charles, Javier, Bill y Karen. Todos estaban armados y listos para el gran golpe. El plan era simple: esperar a que el tren pasara por el puente, hacerlo descarrilar con dinamita, y saquear todo lo que pudieran. Según Hosea, el tren llevaba una fortuna en oro y joyas, pertenecientes a un rico magnate de San Francisco. Era la oportunidad perfecta para llenarse los bolsillos y escapar de la ley.

• ¿Estás listo, Arthur? - le preguntó Dutch, el líder de la banda.
• Listo, jefe - respondió Arthur, con una sonrisa confiada.
• Bien, recuerda: nada de disparos hasta que yo lo diga. Queremos hacer esto rápido y limpio. Y sobre todo, no dejes que nadie se escape. No podemos permitirnos testigos.
• Entendido, jefe - asintió Arthur.
• Muy bien, chicos. Es hora de hacer historia. Vamos a por ese tren - dijo Dutch, levantando el brazo.

La banda se puso en marcha, montando sus caballos hacia el puente. Arthur se colocó al frente, junto a Dutch y Hosea. Llevaba una escopeta recortada y un revólver en sus manos, y una bolsa de dinamita en su cinturón. Estaba nervioso, pero también emocionado. Era el mayor atraco de su vida, y no iba a dejar que nada lo arruinara.
Llegaron al puente, y se escondieron detrás de unos arbustos. Desde allí, podían ver el camino del tren, que se acercaba por el horizonte. Arthur sacó su reloj de bolsillo, y lo abrió. Eran las doce y media. El tren debía llegar en cualquier momento.

• ¿Lo ves? - le susurró Hosea, que tenía unos prismáticos.
• No, todavía no - respondió Arthur, impaciente.
• Tranquilo, Arthur. El tren no va a escaparse - le dijo Dutch, con calma.
• Lo sé, lo sé. Pero no me gusta esperar - se quejó Arthur.
• Pues tendrás que acostumbrarte. La paciencia es una virtud, amigo mío - le aconsejó Hosea.
• Sí, sí, lo que tú digas - resopló Arthur.

De repente, oyeron un silbido. Era el tren, que se acercaba a toda velocidad. Arthur se puso tenso, y agarró su escopeta. Vio cómo el tren entraba en el puente, y se preparó para actuar.

• Ahora, Arthur. Ahora - le ordenó Dutch.

Arthur asintió, y salió de su escondite. Corrió hacia el puente, y lanzó una barra de dinamita al tren. La explosión fue ensordecedora. El tren se sacudió, y se salió de las vías. Los vagones se desprendieron, y cayeron al vacío. Arthur sonrió, satisfecho. Lo habían logrado.

• ¡Bien hecho, Arthur! ¡Bien hecho! - le felicitó Dutch, que también salió de su escondite, seguido por el resto de la banda.
• Gracias, jefe. Fue fácil - dijo Arthur, con orgullo.
• Vamos, vamos. No perdamos tiempo. Hay que aprovechar el caos - dijo Dutch, dirigiéndose al tren.

La banda se acercó al tren, y empezó a saquear los vagones. Arthur entró en el primero, y se encontró con un montón de pasajeros asustados y heridos. Algunos gritaban, otros lloraban, y otros se quedaron en silencio. Arthur no les prestó atención. Solo buscaba el oro y las joyas. Registró los asientos, los baúles, y las maletas, pero no encontró nada. Solo ropa, libros, y objetos personales. Arthur frunció el ceño, decepcionado.

• ¿Qué pasa, Arthur? ¿No hay nada? - le preguntó Micah, que entró detrás de él.
• No, nada. Solo basura - respondió Arthur, molesto.
• Qué raro. Hosea dijo que este era el vagón del oro y las joyas - dijo Micah, confundido.
• Pues se equivocó. No hay nada de valor aquí - dijo Arthur, saliendo del vagón.
• Vamos al siguiente, entonces - dijo Micah, siguiéndolo.

Arthur y Micah entraron en el segundo vagón, y se encontraron con la misma escena. Pasajeros asustados y heridos, y nada de oro ni joyas. Arthur empezó a sospechar que algo iba mal.

• Esto no tiene sentido. ¿Dónde está el botín? - se preguntó Arthur, frustrado.
• No lo sé, Arthur. Tal vez lo hayan escondido en otro sitio - sugirió Micah, esperanzado.
• O tal vez nos hayan engañado - dijo Arthur, con recelo.
• ¿Engañado? ¿Quién nos habría engañado? - preguntó Micah, sorprendido.
• No lo sé, Micah. Pero algo huele mal aquí - dijo Arthur, saliendo del vagón.

Arthur y Micah entraron en el tercer vagón, y se encontraron con una sorpresa. No había pasajeros, sino soldados. Soldados armados hasta los dientes, que les apuntaron con sus rifles. Arthur y Micah se quedaron paralizados, sin saber qué hacer.

• ¡Alto! ¡Manos arriba! - les gritó un soldado, que parecía ser el líder.
• ¡Mierda! ¡Es una trampa! - exclamó Arthur, dándose cuenta de la verdad.
• ¡Nos han tendido una emboscada! - dijo Micah, asustado.
• ¡No se muevan! ¡Están rodeados! - les dijo el soldado, con una sonrisa maliciosa.
• ¿Quién eres? ¿Qué quieres? - le preguntó Arthur, furioso.
• Me llamo Coronel Henry Favours, y soy el comandante de la Séptima Caballería. Y lo que quiero es verlos colgar por sus crímenes - respondió el soldado, con desprecio.
• ¿Qué? ¿Cómo sabes quiénes somos? - le preguntó Arthur, confundido.
• Lo sé todo sobre ustedes, Arthur Morgan. Y sobre su banda de forajidos. Los he estado siguiendo desde hace tiempo, y he preparado esta trampa para atraparlos. Este tren no llevaba oro ni joyas, sino soldados. Soldados dispuestos a acabar con ustedes. Y lo han conseguido. Han caído en mi red, como moscas - explicó el soldado, con satisfacción.
• ¡Maldito bastardo! ¡Nos has engañado! - le acusó Arthur, indignado.
• No, no les he engañado. Les he dado lo que querían. Un tren lleno de oro y joyas. Solo que el oro y las joyas eran balas. Balas que les van a perforar el corazón - dijo el soldado, con crueldad.
• ¡No te saldrás con la tuya! ¡Te mataremos a ti y a tus hombres! - amenazó Arthur, sacando su revólver.
• ¡No seas estúpido, Arthur! ¡No tienes ninguna posibilidad! ¡Somos más, y estamos mejor armados! ¡Ríndete, y quizás te ahorremos el sufrimiento! - le ofreció el soldado, con burla.
• ¡Nunca me rendiré! ¡Prefiero morir luchando! - dijo Arthur, disparando al soldado.

El soldado esquivó el disparo, y devolvió el fuego. Se desató un tiroteo entre Arthur, Micah y los soldados. Los disparos resonaron por todo el tren, alertando al resto de la banda.

• ¡Arthur! ¡Micah! ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre? - preguntó Dutch, que entró en el vagón, junto a los demás.
• ¡Dutch! ¡Es una trampa! ¡El tren está lleno de soldados! ¡Nos han tendido una emboscada! - gritó Arthur, mientras disparaba a los soldados.
• ¡Qué! ¡Cómo! ¡Por qué! - exclamó Dutch, incrédulo.
• ¡No hay tiempo para explicaciones, Dutch! ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Estamos rodeados! - le dijo Arthur, desesperado.
• ¡Maldición! ¡Esto es una pesadilla! ¡Vamos, chicos! ¡A luchar! ¡A luchar por nuestras vidas! - arengó Dutch, sacando su pistola.

La banda se unió a Arthur y Micah, y se enfrentó a los soldados. Se produjo un intenso intercambio de disparos, que llenó el aire de humo y sangre. Los soldados tenían ventaja numérica y de posición, pero la banda tenía más experiencia y más coraje. La batalla fue feroz y brutal, y nadie se dio por vencido.
Arthur disparó a un soldado que se asomó por una ventana, y lo vio caer al suelo. Luego, se giró y vio a otro soldado que apuntaba a Lenny, que estaba distraído. Arthur no lo pensó dos veces, y se lanzó sobre Lenny, empujándolo al suelo. El disparo pasó rozando la cabeza de Arthur, y se incrustó en la pared.

• ¡Arthur! ¡Gracias! ¡Me has salvado la vida! - le agradeció Lenny, abrazándolo.
• De nada, amigo. Eso es lo que hacen los amigos - le respondió Arthur, devolviéndole el abrazo.
• Te debo una, Arthur. Te debo una grande - le dijo Lenny, con sinceridad.
• No me debes nada, Lenny. Solo me debes tu amistad - le dijo Arthur, con cariño.

Arthur y Lenny se levantaron, y siguieron disparando a los soldados. Arthur sintió un gran afecto por Lenny, y se alegró de haberlo salvado. Lenny era uno de sus mejores amigos, y no quería perderlo.
Mientras tanto, Dutch se enfrentaba al coronel Favours, que se había refugiado detrás de una mesa. Dutch le disparó varias veces, pero no logró acertarle. El coronel Favours le devolvió el fuego, y le rozó el brazo. Dutch sintió un dolor agudo, y se cubrió la herida con la mano.

• ¡Maldito seas, Favours! ¡Te voy a matar! ¡Te voy a hacer pagar por esto! - le gritó Dutch, furioso.
• ¡No me hagas reír, Dutch! ¡Tú eres el que va a pagar! ¡Tú y toda tu banda de criminales! ¡Os voy a colgar a todos! ¡Os voy a hacer justicia! - le respondió el coronel Favours, con odio.
• ¡Justicia! ¡Qué sabrás tú de justicia, Favours! ¡Tú eres el verdadero criminal! ¡Tú eres el que mata a los indios, a los negros, a los pobres! ¡Tú eres el que sirve a un sistema corrupto y podrido! ¡Tú eres el que traiciona a tu país y a tu gente! - le acusó Dutch, con desprecio.
• ¡Cállate, Dutch! ¡Cállate, o te haré callar yo! ¡Tú no eres nadie para juzgarme, Dutch! ¡Tú eres un forajido, un ladrón, un asesino! ¡Tú eres el que vive al margen de la ley, de la sociedad, de la civilización! ¡Tú eres el que se opone al progreso, a la modernidad, a la libertad! - le dijo el coronel Favours, con arrogancia.
• ¡Libertad! ¡Qué sabrás tú de libertad, Favours! ¡Tú eres el que la pisotea, la viola, la destruye! ¡Tú eres el que impone tu voluntad, tu poder, tu violencia! ¡Tú eres el que somete, oprime, explota! ¡Tú eres el que no respeta la vida, la naturaleza, el espíritu! - le dijo Dutch, con pasión.
• ¡Basta, Dutch! ¡Basta de palabras! ¡Las palabras no sirven de nada! ¡Lo único que sirve es la acción! ¡La acción de mi pistola! ¡La acción de mi bala! ¡La acción de mi dedo! - le dijo el coronel Favours, apuntando a Dutch con su pistola.
• ¡Adelante, Favours! ¡Adelante! ¡Dispara! ¡Dispara, si te atreves! ¡Pero no creas que me vas a asustar! ¡No creas que me vas a detener! ¡No creas que me vas a vencer! ¡Yo soy Dutch van der Linde, y yo nunca me rindo! ¡Yo lucho por lo que creo, por lo que quiero, por lo que soy! ¡Yo lucho por mi banda, por mi familia, por mi libertad! ¡Yo lucho hasta el final, hasta el último aliento, hasta la última gota de sangre! ¡Yo lucho, y tú mueres! - le dijo Dutch, desafiando a Favours con su mirada.

Los dos hombres se quedaron mirando fijamente, con sus pistolas en alto, listos para disparar. Era el momento de la verdad, el momento del duelo, el momento de la vida o la muerte. Solo uno de ellos saldría vivo de allí. Solo uno de ellos ganaría la batalla. Solo uno de ellos haría historia...

• Dutch ganó el duelo disparando al corazón de Favours, después se escapa del tren con su banda, y deja de ser un forajido retirándose, y quedando en la historia del viejo oeste.

Mi nombre es Sebastian Jaimez.